Arcángel San Rafael

 Arcángel San Rafael, 1841

 Oleo / tela 95 x 74 cm 

Catálogo de la exposición, Museo Nacional de Arte, México, análisis historicista Aparece de pie, su cuerpo tiene un aire de sensualidad que no es rareza de Arrieta; va cubierto con una ligera túnica blanca, amplia y larga, que es movida por el viento, el que agita también la rubia y abundante cabellera; tanto una parte del pecho, como los brazos y piernas, en su desnudez acusan el gusto del artista por lo sensual que en estos cuadros apunta hacia lo erótico. El rostro joven del arcángel dirige la mirada hacia un punto que nada tiene que ver con el rumbo al que encamina sus pasos. El pez simbólico es sujetado bajo el brazo izquierdo, mientras que la mano derecha porta el báculo. La figura evangélica destaca notoriamente en medio de los colores oscuros, con unas ráfagas de luz en el horizonte; este tratamiento del fondo es propio del presagio romántico de una tormenta